¿Servidores Físicos o Servidores Virtuales?

Si estás en un proceso de actualización o modernización tecnológica de tu Pyme, Empresa o Institución y necesitas implementar uno o varios softwares que caen en las opciones más comunes abajo citadas:

• La página o plataforma web de la Pyme.
• Correo Electrónico propio (con el nombre/dominio de la Pyme).
• Una Aplicación Web o Móvil (App).
• Un CRM (Customer Relation Management).
• Un sistema de Punto de Venta.
• Una Base de Datos.
• Un sistema de Reservaciones.

Es de suma importancia tener definido antes de su implementación lo siguiente:

¿Dónde lo vas a poner a funcionar?

Lo más común en los proveedores de servicios, con tal de hacerte su cliente, te dirán:

• Necesitas un equipo físico (un servidor físico) que esté físicamente en tu Empresa…
• Otros te dirán que debes ponerlo en internet, en la nube (servidor virtual).

En realidad, a este punto la pregunta más lógica seria ¿Qué servidor es el que necesita mi Empresa acorde a sus necesidades y presupuesto?, y aunque pocos proveedores serán HONESTOS con una respuesta confiable, no queremos que seas objeto de recibir información errónea, ser timado, engañado o estafado.

Antes de continuar, es importante definir ¿qué es un Servidor?

Un Servidor es un equipo informático que forma parte de una red. Su función principal es proveer servicios a los usuarios que están conectados en esa misma red.

Cuando te conectas a internet en tu casa o trabajo con tu smartphone, tableta o computadora, entras a tu correo electrónico en Gmail o vez una película en Netflix, el dispositivo donde estás navegando se conecta a un Servidor en internet, el cual le proporciona el servicio que estás usando. Lo mismo aplica para cualquier servicio, por consiguiente, sin un Servidor no sería posible usar ningún tipo de servicios en internet o en una red interna propia.

Elementos que debes considerar para definir tu Servidor.

Cuando necesites un Servidor, el proveedor de servicios con quien decidas contratarlo te pedirá ciertos datos para poder dimensionarlo y cotizarlo.

El 98% de las veces sólo requerirás saber 4 elementos para este propósito:

• Velocidad de CPU: se refiere a la Unidad Central de Procesamiento (CPU), es la rapidez con la cual la CPU es capaz de procesar datos. Se mide en Hertz (Hz) y sus múltiplos en Megahertz (MHz) o Gigahertz (GHz).
• Memoria RAM: es la cantidad de espacio que cuenta para almacenar datos temporales para sus procesos internos y de servicios externos que proporciona a los usuarios. Se mide en Bytes y sus múltiplos Megabytes (MB) o Gigabytes (GB).
• Espacio en Disco Duro (HD): es la cantidad de espacio en disco duro (Hard Disk – HD) para instalar software y guardar información. También se mide en Bytes y sus múltiplos Megabytes (MB) o Gigabytes (GB).
• Sistema Operativo (SO): es el conjunto de programas base sobre la cual operará el Servidor. En el mercado actual los sistemas operativos más usados son Linux y Microsoft Windows.

Sabiendo esto, ahora mencionaremos los dos esquemas de Servidores más comunes que utilizan actualmente las Pymes, Empresas o Instituciones:

• Servidor Físico.
• Servidor Virtual.

Servidor Físico – (Esquema tradicional):
• Se refiere a un equipo que físicamente está dentro de un Centro de Datos o en las instalaciones de una Empresa, Pyme o Negocio.
• El propietario es quien lo instala, configura, administra y opera.
• Así mismo, también asume los costos de ubicación, operación, mantenimiento y reparación del mismo.

Servidor Virtual – (Esquema en la nube).
• Un Servidor Virtual funciona igual que un Servidor Físico, por consiguiente, tiene los mismos elementos.
• El equipo físicamente está dentro de un Centro de Datos el cual es operado por grandes compañías como Google, Microsoft, e5tc., por citar algunas de las más importantes.
• Su acceso es vía internet o con enlaces privados.

¿Cuál de los dos es el Servidor adecuado para mí?

para seleccionar el Servidor adecuado para tu Pyme, Empresa o Negocio, se deben considerar elementos como:

• Tipo de servicios que implementarás en el Servidor.
• Problema o necesidad que resolverá.
• Presupuesto con el que cuentas.
• Tiempo en que necesitas tenerlo operando.
• Nivel de disponibilidad.

Porque la tecnología por si sola, no basta.